miércoles, 15 de octubre de 2014

Algo personal. La ventaja de ser uno mismo


Es una situación típica que a la llegada de la adolescencia comiencen los conflictos sobre la carrera a seguir, luego se presenta la universidad y más tarde el trabajo que más nos convenga… todas elecciones que en su momento se consideran cruciales para definir el futuro.
Cada una de esas decisiones conllevan a ciertos debates familiares, se han realizado “encuestas” con los amigos y conocidos, e incluso se realizan test vocacionales para avalar la medida apropiada… que se toma libremente.
Científicamente nuestro inconsciente es quien tiene la posta, el 88 % de nuestro albedrío le corresponde a él, y solo el pobre 12% se toma  consciente mente. En el inconsciente predomina la genética, legados familiares, religión, relaciones sociales, etc.
Muchas veces es nuestra intención liberarnos de ataduras que nuestros ancestros han logrado muy hábilmente anudar… son entuertos de tantos años que resulta muy difícil encontrar la punta del ovillo, ¡y resulta ser que las miles de técnicas de sanación alternativa actuales no nos alcanzan!
Socialmente hemos vivido una gran represión en la época de la Dictadura Militar, cosa que fortaleció la dependencia de opinión de un gran tramo generacional.
La severidad de la crianza de descendencias de inmigrantes se vio reflejada en ese período, haciendo que muchos argentinos decidan emigrar antes de ceder a la severidad  del gobernante de turno, se sentían perdidos lejos de su tierra, la añoranza de su familia, costumbres y paisajes conocidos hicieron estragos en sus cabezas, sintiendo una pérdida de identidad que tardaron muchos años en revertir… pero fue su decisión, lo que consideraban libertad, en algún punto… no fue tal.
En muchos países que vivieron situaciones similares, los gobiernos  democráticos que sucedieron a los regímenes  absolutistas destrabaron toda censura, y de un día para otro nos encontramos viendo en el cine cosas que nunca habíamos visto, y leyendo libros que durante décadas han estado prohibidos, creímos que eso era la libertad…
Nadie puede decir en realidad que es la libertad… porque es un estado interno, es lo que para algunos es indispensable para sentirse plenos, para poder expresar sentimientos, mostrarse tal cual es, sin máscaras.
En lo personal… viví y vivo muchas de estas situaciones que he comentado.
Tuve una crianza muy rígida, era muy joven cuando la dictadura se instaló en América Latina, en lugar de estudiar, yo trabajaba en lo que podía, y hice lo que se esperaba de mi… con toda libertad.
Formé mi familia y seguí trabajando para que mis hijos crecieran con lo mínimo indispensable, al menos desde el lado económico, porque amor había, ¡y mucho! 
Viéndolo en perspectiva, sé que era lo que se esperaba, pero yo estaba bien haciéndolo, mis elecciones estaban condicionadas por mi educación, y estaba cómoda haciendo lo que hice, no podría ser de otro modo, hasta que me sentí incomoda, y quise que mi presente sea otro.
Estudié, elegí otro trabajo y  ¡rompí con todos los esquemas  familiares! ¡Esa era yo! Corté con muchas creencias y logré cosas que nunca hubiese pensado siquiera que era capaz.
Cuando realicé el taller de PNL este año, mi maestro me preguntó que había sentido al lograr mi certificado en Bio Descodificación, yo contesté que de maravillas!!! Porque desde chica siempre me dijeron que yo no era buena para estudiar, que no tenía memoria, que fulano era mejor que yo, y bla, bla, bla… y cuando, a los 40 años comencé la secundaria, fui abanderada, luego hice una Tecnicatura, y tuve uno de los mejores promedios, hice otras cosas entre medio y luego… ¡este certificado que me transforma en algo impensado para mí!
Más allá de lo que como mujer haya hecho, intelectualmente y espiritualmente a esta altura de mi vida me siento: ¡LIBRE!
La libertad para mí, (me refiero en lo personal) es elegir cada día que quiero hacer, está muy sobrevalorada la frase de vivir el hoy, pero yo lo intento, no con la obsesión de sentir todo lo que hago para trascender, sino de edificar mi futuro a mi manera, seleccionar lo que hago, no tomar lo que me venden por ser parte de un grupo, o estar a la altura “de”.

Sé que tengo una meta y evalúo si esa oportunidad me beneficia para acercarme, de la manera más plena posible, en armonía con el Universo. 
Nancy

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