En el extraordinario film “el ladrón de Bagdad” se lee la siguiente frase escrita con
letras luminosas “la felicidad tendrá que ganarse” y se gana por medio del control total
de nuestras emociones naturales. La felicidad no puede existir donde hay miedo,
dudas o pánico, los sentimientos de seguridad y felicidad vienen con la fe perfecta en
Dios. Cuando una persona sabe que un poder imbatible esta cuidándola y a todo lo
que ama y que cualquier deseo justo de su corazón se realiza, cualquier tensión
nerviosa disminuye Y esta persona se siente contenta y tranquila. Las situaciones
desfavorables no la perturban pues sabe que la inteligencia infinita cuida sus asuntos
y usa cualquier situación para darle prosperidad, “construiré un sendero en el
despoblado y ríos en los desiertos”.
Si uno se va a dormir nervioso, la mente no descansa, lleva al ser humano por el
camino de la enfermedad, la desilusión y la pobreza, además los disgustos, rencores,
celos la mala voluntad y los deseos de venganza le roban su felicidad. El rencor ha
destruido más hogares que el alcohol y ha matado a más personas que las guerras.
Había por ejemplo una mujer que era sana, dichosa y estaba casada con el hombre al
que amaba, sin embargo cuando este murió heredo a un pariente una parte de sus
riquezas, esta situación origino que la mujer se llenara de rencor, acabo por enfermar
gravemente bajo de peso, ya no pudo trabajar y desarrollo cálculos viliares. Un día fue
a visitarla un metafísico y le dijo: <<mujer acaso no ve lo que el rencor y el odio han
hecho, estos sentimientos han sido los que originaron los cálculos que se han formado
en su cuerpo, y únicamente conseguirá curarse con el perdón y la buena voluntad>> la
mujer percibió la verdad de estas palabras, perdonando logro recuperar el equilibrio
moral, la armonía y su magnifica salud.
Mandamientos de felicidad
- Ahora me encuentro empapado de esa Felicidad, que fue concebida para mí desde el
inicio.
- Mis graneros están repletos, mi copa reboza de la alegría, por medio de incontables
senderos mi eterno bienestar se presenta ahora.
- Me encuentro extraordinariamente alegre de una forma maravillosa y esta
maravillosa alegría ha llegado para permanecer conmigo.
- Maravillosas sorpresas llegan todos los días a mí, y observo asombrado la que se
encuentra frente a mí.
- Marcho hacia el león de mi camino valerosamente y lo que encuentro es un
cachorrito amistoso.
- Liberado de la dominación del miedo soy dichoso, radiante, todo en mi es armonioso.
- Mi felicidad esta cimentada sobre la roca, ahora me pertenece para siempre.
- Ahora mi bienestar fluye hacia mí en un progresiva e ininterrumpida corriente de
felicidad.
- Nadie puede entorpecer mi felicidad, pues es un asunto de Dios. Dado que yo soy
uno mismo con Dios, ahora tengo conmigo los anhelos de mi corazón.
- Doy gracias por mi felicidad perdurable, mi riqueza perdurable, mi salud perdurable
y mi amor perdurable.
- Ahora conduzco mis barcos sobre un tranquilo océano, soy armonioso, feliz y
divinamente magnético.
- Para mí las ideas de Dios son perpetuas y perfectas. La esperanza de mi corazón es
una idea perfecta en la Mente Divina, inmutable e inquebrantable, y ahora se ejecuta
de una mágica forma por la gracia.
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