Cuando iniciamos el camino de sanación, nunca
podemos saber en concreto que pasará al día siguiente, estamos intentando
controlar nuestras decisiones, porque sabemos que una vez que damos el paso no
tiene retorno.
Buscamos alternativas, posibilidades hay muchas!!! Peregrinaciones,
Constelaciones, Reiki, Aromáticas, Yoga…
todo para conocernos, para entender el porqué de nuestra misión, tratando de
sentirnos plenos, intentando sentir con
la razón, para, por las dudas, no exponer el corazón.
Es entonces cuando alguna tecla tocamos y nos damos
cuenta que el Amor Divino está inundando nuestro ser, no tiene nada que ver con
el amor humano, es nuestro Dios interno que nos llena de luz, y el milagro se
produce… comenzamos a ver la vida con otros ojos, contemplamos nuestra realidad
de forma más positiva… nos damos cuenta que tenemos individualmente nuestra
verdad.
Y nos dejamos llevar por esa caricia entendiendo que
todo es más simple, dejamos ir cuestiones que en otro momento provocarían un
conflicto, porque ahora sabemos que nada nos hará daño, sino un aprendizaje. Como
cuando aprendemos a andar en bicicleta, y nos golpeamos una y otra vez si nos
sacan las dos rueditas… hasta que tenemos confianza, y comenzamos solos a dar
la vuelta manzana.
Conforme este Amor aumenta, el cambio y la evolución
se acrecienta, y si aprendemos a amar a los que nos aman, estaremos
predestinados a vivir una vida extensa, y sin sacrificios,… llegó el momento de
disfrutar de una Paz, Felicidad y Gozo increíble!!!!
Sería muy raro que en alguna instancia del proceso
no dejáramos de pensar en el presente, nos decimos a nosotros mismos que hay
tanto por hacer!!! No queremos distraernos y estamos pendientes de quienes
piden ayuda, trayendo a colación un replanteo de cómo seguir, a quien escuchar…
y nuestro corazón es el radar!!! El amorosamente soporta todas las idas y
venidas, repiqueteando más fuerte cuando te acercas a Él.
Probamos a amarnos y aceptarnos, tal como somos… a
cuidarnos, valorarnos y escucharnos para acrecentar nuestro legado, puesto que
pasamos a ser instrumentos, y nuestro entorno es un eco que devuelve Amor. Si
te amas, te aman… como tú te ves, te ven los otros.
Nancy
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