Respiras conscientemente, te conectas con tu interior e invocas el Espíritu de Dios.
Te ubicas en el momento presente de tu vida, mirando hacia adelante, muy centrado/a, sintiendo y percibiendo las sensaciones de todo tu cuerpo.
Luego das muy lentamente unos pasos hacia atrás, y sigues conectado con lo que sientes en tu cuerpo. Si en algún momento te sientes mal, o sin fuerzas, quédate ahí y permítete sentir profundamente lo que surja, mientras respiras conscientemente e invocas al Espíritu de Dios que te dé la fuerza necesaria para sanar ese dolor que quedó pendiente en tu vida.
Quizás aparezcan algunas imágenes, recuerdos, ganas de llorar, o no.
Si hay odio, siéntelo profundamente, y luego lo dejas ir... lo sueltas.
Te ubicas en el momento presente de tu vida, mirando hacia adelante, muy centrado/a, sintiendo y percibiendo las sensaciones de todo tu cuerpo.
Luego das muy lentamente unos pasos hacia atrás, y sigues conectado con lo que sientes en tu cuerpo. Si en algún momento te sientes mal, o sin fuerzas, quédate ahí y permítete sentir profundamente lo que surja, mientras respiras conscientemente e invocas al Espíritu de Dios que te dé la fuerza necesaria para sanar ese dolor que quedó pendiente en tu vida.
Quizás aparezcan algunas imágenes, recuerdos, ganas de llorar, o no.
Si hay odio, siéntelo profundamente, y luego lo dejas ir... lo sueltas.
Permaneces en ese lugar, sintiendo profundamente, respirando conscientemente y orando con mucha devoción, respeto y humildad hasta que sientas que te tranquilizas:
Por favor Padre borra las memorias de dolor, rechazo, abandono, odio .... en mi y en mi familia... gracias.... si.
Cuando te sientas liberado, puedes dar pasos hacia adelante como regresando al momento presente de tu vida. Toma consciencia de tu momento presente, donde te encuentras hoy en tu vida, visualiza tu pasado detrás de ti, deja tu pasado allí donde pertenece; y parado en el “aquí y ahora”, miras hacia adelante, a lo lejos, a la Luz de la Vida, sabiéndote guiado por esta Luz.
Respira conscientemente, al inspirar, toma lo que necesitas hoy, y al expirar sueltas lo que haya que soltar… Tomar y soltar… Tomar y soltar… acoge en tu interior el sentimiento que siempre has sido conducido por Algo Más Grande y siempre lo serás… No estamos solos, estamos siendo conducidos por Dios. Podemos elegir, hoy, abrir nuestro corazón a la Vida y estar a su servicio.
Así sea! Adelante!
Que la Vida mira hacia adelante!
Así sea! Adelante!
Que la Vida mira hacia adelante!
María Guadalupe Buttera
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