miércoles, 3 de septiembre de 2014

De El Mundo te está esperando, Louise L. Hay

Muchas personas me preguntan: «Cómo puedo pensar de modo positivo si estoy
rodeado de personas negativas?». Cuando estoy con alguna persona que dice cosas
negativas, digo para mis adentros: «Eso podrá ser cierto para ti, pero no para mí». A
veces incluso lo digo en voz alta. Esta actitud permite a la otra persona ser todo lo
negativa que quiera mientras yo continúo fiel a mis creencias positivas. Hago lo
posible por evitar a ese tipo de personas. Una podría preguntarse por qué está siempre
rodeada de personas negativas. Tengamos presente que no podemos cambiar a nadie.
Cada persona sólo puede cambiarse a sí misma. Cuando cambiamos en nuestro
interior los demás reaccionan a ese cambio. Lo más importante que podemos hacer es
cambiar nuestra forma de pensar. Por muy ocupados que estemos o por arduo que
sea el trabajo, siempre podemos pensar, y nadie puede meterse en nuestros
pensamientos.
Me gustaría que todos introdujéramos en nuestro vocabulario la palabra neuropéptidos.
Esta palabra, acuñada por Candace Pert en su investigación del funcionamiento del
cerebro, da nombre a los «mensajeros químicos» que viajan por el cuerpo siempre que
tenemos un pensamiento o decimos una palabra. Cuando los pensamientos son de
rabia, juicio o crítica, las substancias químicas que producen deprimen el sistema
inmunitario. Cuando los pensamientos son de amor, positivos y llenos de fuerza, esos
mensajeros llevan otras substancias químicas que estimulan y fortalecen el sistema
inmunitario. Por fin la ciencia está confirmando lo que muchos ya sabíamos desde
hace años: que existe una conexión cuerpo-mente. Esta comunicación entre la mente
y el cuerpo jamás cesa, no duerme. La mente está continuamente transmitiendo los
pensamientos a las células del cuerpo.
Así pues, a cada momento, estamos eligiendo, Consciente o inconscientemente,
pensamientos sanos o pensamientos dañinos. Estos pensamientos afectan al cuerpo.
Un solo pensamiento no ejerce sobre nosotros gran influencia. Pero todos tenemos
más de sesenta mil pensamientos al día y el efecto de esos pensamientos es
acumulativo. Los pensamientos tóxicos envenenan el cuerpo. En la actualidad la
ciencia está confirmando que no debemos entregarnos a pensamientos negativos, ya
que eso nos enferma y nos mata.

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