jueves, 10 de julio de 2014

Cuando el Amor es más fuerte.

Cuando iniciamos el camino de sanación, nunca podemos saber en concreto que pasará al día siguiente, estamos intentando controlar nuestras decisiones, porque sabemos que una vez que damos el paso no tiene retorno.
Buscamos alternativas, posibilidades hay muchas!!! Peregrinaciones, Constelaciones, Reiki,  Aromáticas, Yoga… todo para conocernos, para entender el porqué de nuestra misión, tratando de sentirnos plenos, intentando  sentir con la razón, para, por las dudas, no exponer el corazón.
Es entonces cuando alguna tecla tocamos y nos damos cuenta que el Amor Divino está inundando nuestro ser, no tiene nada que ver con el amor humano, es nuestro Dios interno que nos llena de luz, y el milagro se produce… comenzamos a ver la vida con otros ojos, contemplamos nuestra realidad de forma más positiva… nos damos cuenta que tenemos individualmente nuestra verdad.
Y nos dejamos llevar por esa caricia entendiendo que todo es más simple, dejamos ir cuestiones que en otro momento provocarían un conflicto, porque ahora sabemos que nada nos hará daño, sino un aprendizaje. Como cuando aprendemos a andar en bicicleta, y nos golpeamos una y otra vez si nos sacan las dos rueditas… hasta que tenemos confianza, y comenzamos solos a dar la vuelta manzana.
Conforme este Amor aumenta, el cambio y la evolución se acrecienta, y si aprendemos a amar a los que nos aman, estaremos predestinados a vivir una vida extensa, y sin sacrificios,… llegó el momento de disfrutar  de una Paz, Felicidad y Gozo  increíble!!!!
Sería muy raro que en alguna instancia del proceso no dejáramos de pensar en el presente, nos decimos a nosotros mismos que hay tanto por hacer!!! No queremos distraernos y estamos pendientes de quienes piden ayuda, trayendo a colación un replanteo de cómo seguir, a quien escuchar… y nuestro corazón es el radar!!! El amorosamente soporta todas las idas y venidas, repiqueteando más fuerte cuando te acercas a Él.
Probamos a amarnos y aceptarnos, tal como somos… a cuidarnos, valorarnos y escucharnos para acrecentar nuestro legado, puesto que pasamos a ser instrumentos, y nuestro entorno es un eco que devuelve Amor. Si te amas, te aman… como tú te ves, te ven los otros.
Nancy

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