jueves, 31 de julio de 2014

Explota tu tropiezo, de Metafísica para la vida diaria

EXPLOTA TU TROPIEZO
El éxito consiste en dominar las dificultades. Todos aquellos que han triunfado en
cualquier forma, lo han logrado a fuerza de sobreponerse a los inconvenientes.
Donde no hay tropiezos que eliminar, cualquiera llega a término y eso no se puede
llamar un éxito.
Hubo un tiempo en que establecer una línea de telégrafo desde Nueva York a
Boston presentaba muchas dificultades. Después esto se lograba muy fácilmente;
pero luego lograr colocar el cable transatlántico fue una gran proeza por las
dificultades que se debían vencer.
Más tarde la postura de cables submarinos se hizo una rutina, pero el radio a
través del océano presentaba problemas que por algún tiempo eran insuperables.
Luego esos mismos problemas fueron resueltos también.
No hay problemas que no puedan ser vencidos por medio de tranquilo y
persistente tratamiento espiritual, y una juiciosa y apropiada actividad.
Si tu tienes una lesión o tropiezo que aparente oponerse al éxito, no la aceptes
como tal; capitalízala o explótala, úsala como instrumento de tu éxito.
El gran autor H. G. Wells tuvo que renunciar a una colocación mal pagada y poco
atractiva por causa de mala salud, lo cual lo obligó a mantenerse en casa y emplear
el tiempo en escribir libros que lo convirtieron en un autor de renombre mundial.
Edison se volvió sordo como una tapia y decidió que esto lo haría concentrarse
mejor en sus inventos. Teodoro Roosevelt fue un niño enfermizo a quien le fue dicho
que tenía que vivir encerrado cuidándose. Era muy miope y nervioso. En lugar de
aceptar estas recomendaciones sin embargo, se esforzó mucho por desarrollar su
cuerpo, y como es sabido se convirtió en el gran cazador y hombre fuerte (Presidente
de los Estados Unidos ). Gilbert escribió su famosa zarzuela “Pinafora”, en cama con
dolores agónicos.
La dueña de una famosa casa de modas de Londres era esposa de un pobre
vendedor que fue atacada de tuberculosis.
Ella jamás había entrado en negocios ni tenía preparación alguna cuando se
enfrentó al problema de mantener a su esposo y dos hijos. No tenía capital alguno,
sólo buen gusto para la ropa y fe en la oración. Hoy es una mujer rica y famosa que
dice: “Yo pensé que me gustaría poder vender la clase de vestidos que jamás había
podido compararme”.
Cualquiera que sea tu tropiezo, explótalo. Siempre parece que el propio problema
es el más difícil de todos, pero el tratamiento espiritual y una valiente
determinación pueden vencerlo todo.
Los problemas son las señales que apuntan el camino hacia a Dios.
Saint Germain




No hay comentarios:

Publicar un comentario