martes, 29 de julio de 2014

El portal de la tristeza

EL PORTAL DE LA TRISTEZA
A veces está bien sentirnos tristes,
sin saber por qué nos sentimos tristes,
o cómo fue que la tristeza llegó hasta aquí, 
o por cuánto tiempo va a permanecer.
Está bien sentirnos tristes y no intentar no sentirnos tristes,
y no juzgarnos en absoluto.
Siente la cruda energía en el cuerpo, sin ponerle ningún nombre.
Siente la presión en el pecho, el nudo en la garganta,
la temblorosa sensación en todo tu sistema.
No resistas la energía, y no te preocupes acerca de ninguna resistencia.
Deja que la energía se mueva, que crezca aún más, si es necesario,
para que se libere a sí misma en su propio tiempo.
Sé paciente con la tristeza.
Deja que se acerque, deja que te engulla, si es necesario.
Hasta que no haya ninguna división entre 'yo' y 'tristeza'.
Hasta que no puedas volver a llamarla 'tristeza'.
Hasta que sólo quede la intimidad.
Sé el abrazo de la tristeza, su amoroso padre,
su hogar, su protección.
Sí, la tristeza te mantiene tierno y flexible.
Te recuerda, cada vez que la olvidas,
la hermosa fragilidad que hay detrás de todas las cosas.
En la ternura del corazón reside su capacidad de amar.
La tristeza no es el opuesto de la alegría, sino el portal hacia ella.
- Jeff Foster
(Imagen: Mark Metternich)


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